El pensamiento visual o visual thinking es algo innato en la condición humana. Desde el inicio de os tiempos, el ser humano ha realizado representaciones visuales, ya sea para expresar ideas, contar historias o incluso para afrontar y solucionar problemas. El ejemplo más claro y antiguo es el de las pinturas rupestres.
El visual thinking es una herramienta que consiste en expresar ideas de manera clara a través de dibujos muy simples, creando conexiones por medio de mapas mentales. Todo ello va con el objetivo de entender mejor las propias ideas, definir objetivos, identificar problemas y descubrir soluciones. El pensamiento visual suele funcionar porque gran parte de nuestro cerebro está diseñado para asimilar y procesar imágenes, suponiendo esto menos esfuerzo que leer un texto.
El pensamiento visual es fácilmente utilizable para dibujar, expresarse gráficamente e incluso fotografiar, de manera que llegue mejor a las personas y se queden mucho más rápido con la idea central que quieres expresar.